En una ocasión se muere el vecino de enfrente de una sra., y al día siguiente va al duelo, llega al tanatorio paro no sabía en que sala estaba, y empieza a recorrer las difertes salas y no encuentra al finado, hasta que llega a la última y le pregunta a un sr., si sabía algo de dicho finado, y el sr. le contesta, que se lo habían llevado muy temprano para practicarle la autopcia, y como el sr. le había contestado tan amablemente, a la sra le dió apuro de irse y se quedó en el duelo, sin conocer aquellas personas de nada, el sr. tan amable era hijo de la finada, cuando dicha sra. se marchó le quedó muy agradecido.
A veces cuando menos te lo esperas te ocurren cosas inesperadas.