En el verano de 2005, el matrimonio formado por Carmen Rosa y José Martín, viajaron a Cuba en compañía de unos familiares.
Cuando iban por una determinada carretera la policía les manda parar por exceso de velocidad, e invitan al conductor, que en ese momento era José Martín, a que se baje del vehículo y que les acompañe al puesto de los policías que estaba por allí cerca, para que viese el radat marcando el exceso de velocidad. Mientras la señora se queda en el coche con los familiares, lógicamente preocupada, y al ver que su marido no regresaba, tuvo la osadía de acercarse al lugar, y cuando llega se encuentra a su marido de risas y fiestas con los policías, ella no salía de su asombro, pues , como bien se comentó antes, estaba preocupada.
La explicación de tal situación se debe que a este señor le pidieron su pasaporte y los policías comprueban que se llama José Martín, y el aeropuerto de la Habana se llama José Martí, que fué un destacado compatriota de los cubanos, creador del Partido Revolucionario Cubano, y entonces empiezan a hablar entre ellos y los policías le comentan que eran descendientes de canarios, y el era también canario, y todo quedo resuelto le retiraron la sanción.
Pero pasaron un mal rato.
Vale más caer en gracia que ser gracioso.